El problema central no es si el país verá uno o incluso dos trimestres de crecimiento, como afirma De Guindos, pero si alguna vacilante recuperación se sostendrá en el futuro, hasta 2014 y más allá. Ahí emergen las dudas. Las amenazas a largo plazo a la economía y finanzas españolas. El número de pensionistas se incrementa rapidamente, mientas el de trabajadores baja. Alto desempleo, y nadie piensa que vaya a bajar del 20% antes del 2020. El consumo debilitado, por menguantes salarios y alto endeudamiento.
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