Existen oportunidades, pero faltan expectativas sólidas de recuperación. Los principales fondos inmobiliarios europeos siguen resistiéndose a desembarcar en territorio español. Ni siquiera el actual escenario vendedor está sirviendo como gancho. Muy al contrario, algunos de los que llegaron a las puertas del pinchazo de la burbuja han desmantelado sus estructuras en la Península y no han llegado a formalizar sus proyectos de inversión, como le ocurrió al británico Parkridge, que cerró sus oficinas en Barcelona.
|
etiquetas: fondos , economía , inversión