El tumor detectado no es otro que el olvido de Dios. La metástasis afecta a toda la Nación por la indiferencia religiosa, el relativismo y laicismo generalizados. Dios no cuenta apenas ni en la vida personal, social y nacional. La Ley divina ha sido anulada con toda clase de corrupciones. La apostasía de la fe y la pérdida de valores está a la orden del día. Mientras la Nación se desmorona a causa de fuerzas ocultas, la gente camina adormecida hacia el abismo. ¿Remedio? Sí. Volvernos a Dios misericordioso.
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