España invierte «muy poco» en I+D, por lo que continúa «desangrándose». La ecuación es lógica. Con esta mínima inversión España no es capaz de ofrecer una salida laboral a los científicos que se forman en casa y a éstos, por lo tanto, no les queda más remedio que emigrar al extranjero. Así, después del «sacrificio económico», por escaso que sea, que supone formarles durante más de 20 años, son otros países los que se «benefician» de su trabajo.
|
etiquetas: españa , científicos , francisco ayala