Un armario. Un cajón. Un carro de la compra. Sacas una y se caen otras 50 de distinto tamaño, color y forma. Maldices y te preguntas qué haces recopilando todo ese plástico con asas, obtenido ‘gratis’, que al fin y al cabo tendrá pocas oportunidades de ser aprovechado. Su color, su aspecto flácido y fácilmente corrompible evitarán que alguien coja una bolsa de supermercado para darle otro uso.
|
etiquetas: españa , bolsas , plástico , co2 , reciclaje , supermercado , cicloplast