(c&p) Mes y medio ha bastado para dejar en entredicho al G-20 como puesto de mando ante la crisis económica. Los líderes de países ricos y emergentes plasmaron en un amplio paquete de medidas su voluntad de afrontar juntos el temporal que se venía encima tras la tormenta financiera. Lo que dieron en llamar "plan de acción" incluía iniciativas de muy diverso pelaje y calado, pero todas tenían el sello de urgente y el mismo punto de partida: la coordinación. El balance, hasta ahora, es muy poco alentador.
|
etiquetas: crisis , g20 , cumbre de washington