El partido laborista está pasando horas oscuras. Acaba de hacerse público un vídeo en el que se ve (a cara descubierta, sin ningún lugar a dudas), cómo se negocia su precio, para presionar políticamente en la toma de decisiones. El ministro Stephen Byers acordaba el precio en 5000 libras por día de presión política, mientras que Patricia Hewitt era más razonable: 3000 libras/día. El vídeo se grabó mediante cámara oculta, por unos periodistas haciéndose pasar por representantes de una gran corporación.
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