Decían hace siglos que una ardilla podía cruzar la península viajando de árbol en árbol sin poner una pata en tierra. Hoy quizá tendría más posibilidades si saltara de tienda en tienda de cigarrillos electrónicos. Llegaron a nuestras vidas tímidamente, casi sin hacer ruido, pero en estos momentos parecen ser los únicos comercios que se atreven a levantar la persiana
|
etiquetas: cigarrillos electronicos , tabaco