La semana pasada compré un producto que costó 158 €. Le di a la cajera 200 € y busqué en el bolsillo 8 € para evitar recibir más monedas. La cajera tomó el dinero y se quedó mirando la máquina registradora, aparentemente sin saber qué hacer. Intenté explicarle que ella tenía que darme un billete de 50 € de vuelta, pero ella no se convenció y llamó al gerente para que la ayudara. Tenía lágrimas en sus ojos mientras que el gerente intentaba explicarle lo que ella, aparentemente, continuaba sin entender. ¿Por qué os estoy contando esto?
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