El hombre estaba recogiendo setas en el bosque cuando oyó un chillido que le pareció primero como el de un gatito. Pero cuando se intensificó, buscó en los arbustos y encontró no a un gato sino a un recién nacido. El bebé de entre dos y tres semanas de edad estaba envuelto en un pañal y recostado sobre la hierba alta. El recién nacido estaba extremadamente desnutrido y casi no respiraba, por lo que fue trasladado inmediatamente al hospital. Ahora los médicos estabilizaron su condición pero aún la consideran como grave.
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