El sábado, a las 16.10 la Policía recibió un aviso de varias personas que estaban paseando en una zona boscosa de Sørkedal, cercana a Oslo, según informa el diario noruego VG. Los denunciantes dijeron haber visto algo sospechoso enterrado en la nieve. La Policía se puso manos a la obra y hoy han confirmado que se trataba del cadáver del médico español desaparecido. El responsable de la investigación, Finn Abrahamsen, ha asegurado que el cuerpo se encontraba en buen estado de conservación y que no estaba descuartizado.
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