El animal, que fue avistado por primera vez a dos millas del cabo de Busto y fue arrastrado por las corrientes hasta la orilla, presentaba una amputación de un cincuenta por ciento de su cuerpo detrás del área dorsal. El ejemplar está en un avanzado estado de descomposición y ha perdido las hemimandíbulas inferiores y, a pesar de la difícil orografía en el que fue hallado el rorcual, el CEPESMA está tratando de sacarlo de la playa para proceder a su traslado.
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