Once jugadoras del equipo español sufrieron mareos al producirse una fuga de gas en su hotel de concentración, sólo en la zona donde se alojaba la selección que dirige Pablo Usoz, lo que les hizo jugar en malas condiciones contra las africanas.Las jugadoras españolas recibieron numerosas llamadas de teléfono durante la madrugada que perturbaron su descanso y durante el partido los técnicos de España fueron molestados por el público en diversas zonas del campo, e incluso zarandeados, mientras desarrollaban su trabajo.
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