Hace casi diez años me decidí a aprender cómo hacer queso. Lo cierto es que no hay una fórmula o receta para los quesos artesanales, tienes que aprender equivocándote. Me empapé todos los libros y webs que pude encontrar y aunque los primeros no salieron bien, con el tiempo he llegado a elaborar quesos de muy buen sabor y textura, diría que exquisitos. Los desuero con pleita la mayor de las veces y jamás les hecho sal, sino les salo en salmuera con la másica bien medida al peso de la cuajada. He utilizado todo tipo de leches: de vaca, cabra, oveja, la mayoría fresca del supermercado, pero en ocasiones traídas de Galicia y Asturias. También he usado leche cruda para mi consumo personal, ciertamente es la reina a la hora de hacer una buena pieza. Los elaboro con mucha higiene y paciencia, en ocasiones tardan meses en obtener una buena curación y son auténticas joyas culinarias. Hago entre siete y diez quesos al año, eso sí, los mimo desde el principio al fin.