Durante 12 horas, dos manadas de elefantes salvajes de Sudáfrica se abrieron paso, poco a poco, entre la maleza de Zululand hasta llegar a la casa del difunto autor Lawrence Anthony, el conservacionista que les salvó la vida. Durante dos días los rebaños estuvieron merodeando el complejo rural de Anthony en la vasta reserva Thula Thula en el KwaZulu Sudáfricano, para decir adiós al hombre que amaban. Pero, ¿cómo sabían que había muerto?......
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