Es evidente que ya ha comenzado la campaña electoral en Madrid, a pesar de que todavía no se ha llegado a la fecha oficial de inicio, que es el 18 de abril. Pero en los medios de desinformación ya están muy activos con la propaganda, como por ejemplo en las tertulias televisivas, donde los apologetas reaccionarios, los corifeos de la oligarquía, campan a sus anchas. Alguien responderá que en esos programas hay un equilibrio entre opciones de uno y otro lado, pero eso no es cierto, por varios motivos, tanto los que son de bulto como de matiz, es decir, tanto los más aparentes como los más sutiles.
Para empezar, hay tertulias donde la mayoría de intervinientes es abiertamente conservadora: ahí tenemos a "periodistas" de El Mundo, El Español, La Razón, ABC... que no se caracterizan precisamente por una tendencia izquierdista, sino por la contraria. Eso se puede ver en programas de canales supuestamente neutros como La noche del Canal 24 horas de TVE. Y además, en esos programas, se utilizan términos manipuladores y falsos con total impunidad, sin que el presentador/a o moderador/a de turno haga nada al respecto. Porque tildar al gobierno central de socialcomunista o a Unidas Podemos de ultraizquierda no deja de ser un ejercicio muy burdo de manipulación. Alguien dirá que se permite llamar ultraderecha a Vox, pero ¿cómo pretendes que se denomine a una fuerza política que abiertamente defiende o no critica la dictadura fascista de Francisco Franco, y donde buena parte de sus militantes proviene de grupúsculos de ultraderecha?
En cuanto a detalles más precisos, habría que recordar que en programas como La Sexta noche, los moderadores permiten las constantes interrupciones de personajes como Francisco Marhuenda, Eduardo Inda o María Claver, que no hacen otra cosa que combinar dos aspectos muy recurrentes: lanzar bulos, falacias o datos sesgados en sus intervenciones, para luego no permitir que quienes les responden, puedan hacerlo debidamente, y por eso interrumpen, provocan, insultan... Otra idea errónea es pensar que La Sexta es un canal "progre" cuando en realidad pertenece a Atresmedia, la misma corporación que controla a Antena 3... En resumen, dos caras de la misma moneda.
Otra cuestión a tener en cuenta es que normalmente se considera al PSOE de izquierdas, cuando es evidente que no lo es, ¿ejemplos? es un partido que sostiene la monarquía (luego en realidad no es republicano), es un partido que se ha negado hasta ahora a derogar la ley mordaza o la reforma laboral de Rajoy, es un partido que no cuestiona las bases militares de EEUU, con la pérdida de soberanía que eso supone, es un partido cuyos cargos con responsabilidades en Interior (delegados/as del gobierno...) reprimen con dureza las manifestaciones izquierdistas mientras no actúan de la misma manera con las protestas reaccionarias. En esto tampoco se diferencia del PP. Y me dejo en el tintero cuestiones tan o más importantes, como la sumisión al capital nacional, europeo y norteamericano.
Por otro lado, podríamos hablar de los tertulianos o tertulianas supuestamente progresistas o de izquierdas, que en realidad están más en la órbita del PSOE aunque lo disimulen mejor o peor. Ese tipo de personas es positiva en algunos momentos para neutralizar parte de la propaganda reaccionaria, pero es colaboracionista cuando se tratan determinados asuntos de política nacional e internacional (Venezuela...)
Finalmente, hay que mencionar a quienes, bien con artículos, bien con comentarios, tratan de difundir publicidad de la derecha política en esta propia web, en Menéame. Sobre esto no hay mucho que decir, pues al igual que en los medios de comunicación, o medios de manipulación, tienes los abiertamente reaccionarios, y los que, disfrazados de abuelita progre, esconden el lobo derechista. Se les identifica fácilmente cuando ves que utilizan los viejos lemas como "la izquierda siempre está dividida" y cosas así. Yo en estas elecciones madrileñas, veo al menos a cuatro formaciones políticas conservadoras o incluso de extrema derecha, con posibilidades de obtener escaños en la Asamblea de Madrid.
Dejo para otro artículo el intento de tratar de desmontar las recurrentes falsedades que se suelen verter,sobre todo en campaña electoral, sobre qué colectivos votan a qué partidos. Como adelanto puedo decir que no, que la clase obrera no vota a Vox. Eso es rotundamente falso. Y veremos por qué...
Lamentablemente, tendremos que sufrir a los aprendices de Goebbels, una vez más, durante toda la campaña y precampaña electoral (a saber qué entienden por precampaña si no es otra cosa que campaña más o menos encubierta) hasta el 4 de mayo y más allá...