El domingo 19 de noviembre hay elecciones presidenciales, parlamentarias y regionales en Chile. Michelle Bachelet del Partido Socialista y del pacto de la Nueva Mayoría intentó durante sus 4 años de gobierno realizar reformas al sistema neoliberal y a los patrones conservadores todavía existentes con la gratuidad en la educación superior para el 50% de la población más pobre en un país donde predominan las universidades privadas y donde los aranceles mensuales pueden igualar o superar el salario mínimo; y la aprobación del aborto en causales bien específicas en un país donde el aborto estaba prohibido bajo cualquier circunstancia.
Sin embargo, diferencias dentro de la coalición donde convivían demócratacristianos, socialistas y comunistas generó mucha crispación al interior del gobierno, así como ciertos casos de corrupción e inoperancia en instituciones del Estado junto con una economía muy deprimida (debido a la dependencia del cobre) han hecho que el gobierno sea uno de los menos populares desde el fin del pinochetismo.
Las elecciones del domingo encuentran nuevamente a la derecha conservadora y de élite de Chile Vamos cuyo candidato es el expresidente y millonario Sebastián Piñera con la Nueva Mayoría que lleva a un candidato de origen independiente y periodista/presentador de noticias Alejandro Guillier que va sin la Democracia Cristiana que decidió llevar a su propia candidata y lideresa Carolina Goic. Sin embargo, por primera vez la izquierda extraparlamentaria se ha unido para crear su propio pacto al cual han llamado Frente Amplio y que también lleva como candidata a una mujer periodista llamada Beatriz Sánchez. Asimismo, existen otros candidatos con menores posiblidades como José Antonio Kast que es un ultraconservador que ha buscado el apoyo en sectores católicos y evangélicos para retornar a la prohibición total del aborto así como a dar mayores facultades a la policía o un candidato de corte estalinista como Eduardo Artés que admira a Corea del Norte y quiere poner a trabajar a los presos y nacionalizar la banca.
Lo anterior (si sacamos de en medio a la Democracia Cristiana) nos recuerda un poco al panorama político español. Chile Vamos representa políticas y valores muy semejantes a los del Partido Popular, de hecho, Jaime Guzmán fundador de la UDI, se inspiró en el franquismo sistema que admiraba al igual que Pinochet. En tanto, la Nueva Mayoría que se compone de varios partidos históricamente socialdemócratas como el Partido Socialista, el PPD y el Partido Radical más el Partido Comunista, representan la continuidad socialdemócrata y la sensibilidad que reflejaría el PSOE. En tanto, el Frente Amplio que se compone de una serie de partidos de orientación marxista o reformista al sistema neoliberal (incluyendo al Partido Liberal con sensibilidad pro mercado) y descontentos con la gestión de la Nueva Mayoría/ex Concertación juegan el mismo rol que el partido de Pablo Iglesias, de hecho él mismo envió su apoyo personal a la candidata esta semana.
Las encuestas indican que en las presidenciales Sebastián Piñera obtendría la primera mayoría aunque no sería suficiente para ser presidente en primera vuelta (Chile tiene ballotage o segunda vuelta al igual que Francia) y todo indica que Alejandro Guillier de la Nueva Mayoría obtendría la segunda preferencia seguido de cerca por Beatriz Sánchez. El primer lugar de Piñera es esperable dado que éste ya fue presidente y la derecha va mucho menos dividida que la izquierda.
Por otro lado, estas serán las primeras elecciones parlamentarias sin el sistema binominal que tendía a mantener el Estado gobernado por dos fuerzas adoptando desde ahora el sistema proporcional d'Hondt, que es el mismo que se emplea en España pero adaptado ya que en Chile no se vota por la lista sino por la persona. Por lo mismo se espera que en esta ocasión el Frente Amplio obtenga su propia bancada, aunque aún está algo lejos de aspirar a superar a la Nueva Mayoría.
Los retos que el nuevo presidente debe superar son muchos:
- Un país que tiene una estabilidad económica y política pero que no crece sostenidamente
- Una sociedad individualista y muy desconfiada de la política con niveles de abstención altos que se traducen en una baja legitimidad del representante
- El creciente conflicto interno "inmigración sí, inmigración no"
- Reformar las pensiones (actualmente privatizadas) será un gran tema
- Varios movimientos sociales que cuestionan al modelo neoliberal (aplicar la lógica de mercado a los servicios sociales) como el No+AFP o las federaciones de estudiantes que harán presión por la gratuidad en la educación superior y la condonación de créditos
- La presión de grupos gremiales procedentes de las élites para evitar cualquier cambio en el statu quo
- Un congreso con más matices y variedad gracias al sistema proporcional y, por lo tanto, mayor dificultad para alcanzar consensos
Esta elección sin duda estará marcada también por la aparición del Frente Amplio, que, como en varios países del mundo incluída España presiona contra los viejos partidos socialdemócratas para reformar un sistema neoliberal donde el predominio del mercado y de las transnacionales o grandes empresas locales buscan generar una democracia participativa y manos limpias. La gran diferencia es que en Chile se lucha por un Estado más presente y reformas que generen un Estado de bienestar, mientras que en España se lucha porque un Estado de bienestar ya existente no sea destruído.
Para terminar una muestra de la propaganda electoral con la última tanda de propaganda televisiva transmitida esta semana para los curiosos.