Algo chirriaba en mi mente. No era el guión. No era el reparto. No era la música, ni la fotografía, ni los efectos especiales… era LA HORA. Miré el reloj y me di cuenta de que a mis 34 años y con los huevos más que negros estaba viendo una trama infantil a las doce menos cuarto de la noche. Sólo podía pensar en una cosa: ¿cuántos niños y adolescentes estarían disfrutando a las tantas de la madrugada de esta trama escrita para ellos?
|
etiquetas: series españolas , horario , guiones