Llegaron a ser tantos los curas que se casaban o que vivían en concubinato que en el año 1139, en el Segundo Concilio de Letrán, la Iglesia declaró nulos todos los matrimonios de sacerdotes. En 1563, el Concilio de Trento impuso definitivamente la disciplina del celibato en los sacerdotes. Mantener a sacerdotes solteros sin duda cuesta mucho menos que a otros con mujer e hijos; además, algo importante en aquellos tiempos: la tierra siempre la heredaría la Iglesia, no los hijos.
|
etiquetas: religión , católica , erótica , celibato , historia