¿El resultado? Os lo podéis ir imaginando. Esta auténtica “bestia parda” les da sopas con ondas al resto de los ordenadores utilizados en la comparativa, gracias a los 6MB de caché de nivel 2 y un bus frontal de 1066 MHz, así como al empujón extra en velocidad del procesador y a la tarjeta gráfica que incorpora. Especialmente espectaculares son los resultados de las pruebas de computación y memoria. En fin, que le tengo echado los dos ojos, ahora sólo falta que llegue el momento de decirle adios al PowerMac G5.
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