[c+p] "El 22 de septiembre de 1979 algo extraño vino a cambiar la típica calma turbulenta de las aguas del Atlántico Sur, precisamente en un área muy remota, entre África y la Antártida. Un satélite estadounidense del programa de vigilancia de explosiones nucleares conocido como Vela, detectó una fuente de energía completamente inusual en un área de la Tierra en el que nunca sucede nada [...] La potencia necesaria para generar la energía captada por el satélite se situaba entre dos y tres Kilotones..."
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