Este post no tiene otro objetivo que servir de testimonio a un fenómeno que desde ayer me tiene con la mandíbula desencajada de reir, en un alarde 2.0 de creatividad, imaginación, ironía, sarcasmo y otras muchas cosas que se podrían decir sobre el fenómeno de
#WillyToledoFacts que la masa twittera ha (perdón, hemos) provocado.