Está claro que lograr un campeonato del mundo de F1 no garantiza la permanencia de un patrocinio en un equipo. Si no, que se lo pregunten a Ross Brawn, que ha conseguido llevar a Brawn GP a la cúspide del ‘Gran Circo’ con escasos recursos y aún así no ha logrado convencer al magnate británico Richard Branson, dueño del grupo Virgin, de que siga apostando por invertir en la Fórmula 1. “Entramos en Brawn GP porque era muy barato y la cobertura mundial ha sido fantástica para nosotros, pero sospecho que el próximo año el precio será astronómico”.
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