Según los diccionarios, un esperpento es una cosa mal hecha, una persona fea o ridícula, un disparate, y equivale a mamarracho o a birria. Como forma teatral, es la más adecuada para expresar el sentido trágico y, a la vez, grotesco de la realidad histórica de España. Para don Ramón, dicho sentido sólo podía expresarse con una “estética sistemáticamente deformada”, algo similar al guiñol, el teatro para muñecos, con sus títeres y marionetas.
|
etiquetas: esperpento , judicial