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El anfígeno infernal

En el Siglo VIII, el imperio árabe se había expandido por el Mediterráneo en una muestra de dominio indiscutible. Pocas ciudades resistieron...Excepto una. Constantinopla, antigua Bizancio, se mantenía firme. ¿Por qué? Si preguntásemos a alguien de hace unos 1300 años, la respuesta sería la magia. La magia del fuego griego. La obra del arquitecto y alquimista Kainikos de Heliópolis. Una mezcla de misteriosos ingredientes más ligera que el agua y capaz de producir un fuego resistente al líquido elemento (hoy, compuesto).

| etiquetas: fuego griego , azufre , transmutación

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