Alejandría resurge del pasado sin salir del agua, mostrando sus tesoros sumergidos como el palacio de Cleopatra o el mítico faro. La construcción del nuevo espacio, diseñado por el arquitecto francés Jacques Rougerie, está avalada por el informe técnico de un comité de expertos con apoyo de la Unesco; accesible desde la costa, formará un tándem con la versión moderna de la biblioteca alejandrina. Se pretende atraer a parte de los millones de turistas que prefieren admirar la ciudad de Luxor y captar a los visitantes que viajan hacia el Mar Rojo
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