Un hombre que fue reducido por la policía con una pistola de descargas eléctricas (Taser) y fue amenazado con electrocución en sus genitales mientras se le introducía el Taser entre las nalgas, planea demandar al Departamento de Policía de Boise (Idaho) por uso excesivo de la fuerza. Ocurrió en febrero y fue delante de una mujer y un niño de 3 años dentro de un domicilio donde aparentemente había una rencilla doméstica. El Defensor del Pueblo habla de uso excesivo de la fuerza, pero no cree que los policías hayan delinquido.
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