A lo largo de la pasada década, la economía española creció de forma muy intensa, pero gran parte de dicho avance se sustentó sobre una enorme expansión crediticia sin respaldo de ahorro. España sólo precisó una financiación exterior de 855 millones en el segundo trimestre, y redujo su deuda externa en casi 1.000 millones en junio y julio. Ambos datos muestran que España casi ya no precisa recurrir a la financiación externa y, de hecho, ha comenzado a amortizar la enorme deuda exterior acumulada durante los años del boom.
|
etiquetas: deuda , crisis , españa , financiación externa , segundo trimestre