Garoña necesita 24.331 litros por segundo de agua del río Ebro para la refrigeración de su reactor nuclear. Y una vez utilizada, la devuelve al Ebro pero caliente, más caliente de lo que el Ebro puede soportar. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha afirmado que el Ebro cada vez tiene menos caudal y que serían necesarias torres de refrigeración o una bajada de la potencia de la central para mantener la calidad del medio ambiente.
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