No dejaron ni los muebles. Las empleadas llevan dos meses sin cobrar. La propietaria de Blue Rise, Textyleve Unipersonal, les anunció que llevaría mercancía nueva el sábado y cuando sobre las 22:00 horas llegó el camión, el responsable de almacén pidió a las empleadas que se marcharan a casa para hacer un «inventario sorpresa». La sorpresa llegó cuando a medianoche del sábado los servicios de seguridad del centro comercial llamaron a las empleadas para preguntarles si quienes estaban en la tienda tenían autorización para llevarse los muebles.
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