El anunciado proyecto de soterramiento del cableado en el casco histórico rondeño se inició ayer. Eso sí, el ritmo de trabajo será lento, y es que únicamente dos operarios son los que se encargan de realizar los trabajos, que les llevarán entre dos y tres años, según anunció el propio delegado municipal de Turismo, Francisco Cañestro. Los motivos esgrimidos para que esta actuación, anunciada como una de las apuestas fuertes para mejorar la imagen turística, se vaya a realizar a un ritmo tan lento no son otros que económicos.
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