Raquel y Marta son dos niñas que han aportado su pequeño grano de arena para que la labor de los Reyes Magos no se vea resentida por la crisis económica. Hace unos días enviaron una carta a los Magos de Oriente. Una carta similar a la de cualquier niño pero con algo distinto en su interior: habían introducido parte de sus ahorros. Apenas diez euros que habían sacado de sus huchas y con los que quieren evitar que ningún niño se quede sin regalos debido a la crisis.
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