Uno de los problemas con los que se encontraron los primero hombres en cruzar el Atlántico en avión fue un frente frío que terminó por hacer que la toma de aire de uno de los motores del avión se cubriera de hielo, obligando a Alcock a apagarlo antes de que se estropeara irremediablemente y a descender buscando aire más cálido. Tuvieron suerte, y a unos 500 pies de altura, poco más de 150 metros, y una media hora antes de llegar a su destino, pudieron arrancar de nuevo el motor.
|
etiquetas: vuelo , volar , boeing , motores