Eduardo G.H. estaba acusado de abusar de la hija de su ex pareja. Tras pasar dos años ingresado en el Centro Penitenciario Tenerife II, el procesado se sentó ayer en el banquillo. El juicio terminó con el testimonio de la menor, quien confesó que tales hechos nunca sucedieron y que todo se lo inventó su tía.
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