El número de civiles, policías y soldados muertos de forma violenta en Irak se disparó este enero respecto al mes anterior a causa de una nueva ola de ataques perpetrados por milicianos, según las estadísticas del Gobierno publicadas este martes. Según el Ministerio de Sanidad, en enero fallecieron un total de 159 civiles en atentados con bomba y otros ataques, mientras que en diciembre fueron 89; en noviembre, 105; y en octubre, 120. La del mes pasado es la cifra más alta que se registra desde septiembre de 2010.
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