[c&p] Una serie de complejas operaciones quirúrgicas necesarias tras accidentes cerebrovasculares o por problemas en los vasos sanguíneos están a punto de hacerse más seguras. Un grupo de investigadores del Micro/Nano Physics Research Laboratory de la Universidad australiana Monash está dando los toques finales a unos microrrobots suficientemente pequeños como ser inyectados en el torrente sanguíneo y poder corregir estas dolencias de los vasos sanguíneos. Estos microrrobots, que utilizan la piezoelectricidad, miden sólo 250 micrómetros.
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