Discursos políticos xenófobos que nos ponen en peligro

Como en cada cita electoral, aunque también de forma permanente, hay campañas políticas que utilizan a las migraciones y las personas migrantes como blanco de ataques para desviar completamente la atención de los verdaderos problemas estructurales.

Los discursos sobre las migraciones, plagados de mentiras y manipulaciones, a estas alturas ya son muy previsibles: “efecto llamada”, “inseguridad”, “mafias”, “invasión”, hasta el llamado descarado a las deportaciones masivas y endurecimiento de leyes contra las personas migrantes, nuestras familias, mujeres, jóvenes y menores incluidos porque nos consideran una amenaza a la “seguridad” del país.

No son mensajes inofensivos sino falacias que justifican las políticas racistas violentas que llevarán a la práctica. Son discursos que aumentan las violencias contra las personas migrantes y nuestras familias que se traducen en el incremento de las amenazas, agresiones y violencias hacia la población migrante, incluso desde las instituciones. 

A continuación, las mentiras y manipulaciones xenófobas más repetidas que escuchamos en las campañas electorales:

“Nosotros no estamos contra la inmigración. Solo queremos inmigración ordenada, segura, legal»

Esta es una de las manipulaciones más frecuentes que escuchamos. Lo cierto es que las personas migrantes también queremos migrar de forma legal, ordenada y segura. Porque migrar sin papeles no es como practicar un deporte de aventura que hacemos por gusto.

En la práctica vemos todo lo contrario: no existen ni voluntad, ni medios, ni recursos para migrar en condiciones seguras, legales ni ordenadas porque las leyes de extranjería y las políticas migratorias cierran las vías para hacerlo. De ahí que una de nuestras principales reivindicaciones sea que, de la misma manera que desde Europa se puede migrar a prácticamente cualquier país del mundo de manera segura con un pasaporte, también de manera segura podamos migrar sin poner en peligro nuestras vidas ni las de nuestras familias.

Por ello, a quienes piden migraciones «legales, ordenadas y seguras» les preguntamos: ¿por qué no exigen medios y vías para hacerlo posible? ¿Por qué no derogan la Ley de Extranjería, una de las principales barreras para migrar de forma legal y segura?

La respuesta es simple: porque manipulan el discurso y mienten para señalarnos como “el problema”, cuando el problema está en el racismo estructural, en las leyes de extranjería, en los laberintos burocráticos y todos los obstáculos que impiden llevar una vida legal, ordenada y segura.

«No es sostenible un estado de bienestar que pueda absorber a los millones de africanos que quieren venir a Europa»

Esta es una declaración xenófoba hacia las personas migrantes originarias de África para dibujar la imagen sensacionalista de que hay millones de personas africanas agolpadas en las fronteras, esperando a invadir Europa.

Vayamos por partes:

En primer lugar, ¿qué necesita un “estado de bienestar” para ser sostenible?

Aquí algunas ideas básicas: Personas con papeles trabajando dignamente, con un salario digno, cotizando a la seguridad social. Empresas que no exploten a sus trabajadores sin darles de alta en la Seguridad Social, que paguen sus impuestos sin llevarse el dinero a paraísos fiscales, que no exploten a trabajadores en otros países. Políticos que no roben y se lleven el dinero a paraísos fiscales, que no sean corruptos, que no mientan.

En segundo lugar, quienes hablan de “absorber a los millones de africanos que quieren venir a Europa” ¿de qué estudios serios han sacado semejante número? Lo que todos los estudios serios y estadísticas de todos los años muestran es que el número de personas que migran desde el continente africano es ínfimo.

Lo cierto es que deberíamos invertir la frase porque, en definitiva, quienes no pueden seguir sosteniendo el estado de bienestar de Europa son África y las personas africanas a expensas de sus recursos. Europa debería plantearse dejar de vivir a costa de los recursos de otros continentes.

«No podemos abrir las fronteras para que venga todo el mundo»

Esta mentira se origina de otra implantada anteriormente: que hay «millones de personas en las fronteras» esperando a que quiten las vallas para migrar a Europa. Lo cierto es que el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de 2018, muestra que en todo el mundo solo migra el 3% de la población, y la gran mayoría lo hace dentro de sus propios países o países vecinos. En el contexto español, en la última década, la inmigración apenas pudo contrarrestar el gran éxodo de los españoles que emigraron en busca de oportunidades de vida. Por otro lado, las personas que se ven obligadas a migrar a través de las fronteras físicas de forma clandestina son una escasísima minoría. Según datos del INE, del total de la inmigración recibida por España en 2017, solo un 4,5% fue “irregular”. Entonces, ¿por qué se da esta magnificación política y mediática?

Estas manipulaciones se materializan en políticas migratorias que legitiman fronteras, vallas, concertinas, CIEs y violencias hacia nosotras, empujando a las personas que migran a usar vías cada vez más peligrosas que dan como resultado las miles de muertes en el Mediterráneo.

Es una mentira decir que es imposible quitar las fronteras. La prueba de ello es la existencia del espacio Schengen: poder cruzar las fronteras de los países de la Unión Europea no significa que toda la población de los países miembros lo esté haciendo masivamente. Todo lo contrario: poner medios y vías seguras para migrar salva miles de vidas. Es tiempo de poner las políticas migratorias al servicio de las personas.

«No es posible que haya papeles para todos»

Quienes lanzan esta afirmación están llenos de contradicciones. Piden una migración legal, ordenada y segura, y piden que contribuyamos a sostener el Estado de Bienestar, pero se niegan a regularizar administrativamente.

Tener acceso a la regularización administrativa no solo es perfectamente posible, sino que además es responsabilidad de los estados facilitar los cauces para hacerla. Recordemos que se han llevado a cabo hasta siete procesos de regularización administrativapor los gobiernos del PSOE y del PP, llegando a beneficiar a cientos de miles de personas. No hubo ninguna avalancha, ningún colapso de los servicios sociales, ninguna fractura social, ningún caos.

Sin embargo, desde hace ya 14 años ningún gobierno ha tenido la intención de dar el mínimo reconocimiento a las personas migradas, condenándolas a la clandestinidad, a la venta ambulante, a la persecución racial y a la precariedad. Esa clandestinidad es la que criminaliza, excluye, discrimina, violenta y, a la vez, sirve de combustible para los discursos de odio racistas y xenófobos.

Que las personas migrantes tengamos regularizada y normalizada nuestra situación administrativa es tan sencillo como establecer un marco legal que lo permita, derogar la Ley de Extranjería y eliminar los laberintos burocráticos que rayan en el surrealismo.

Dirigiendo la atención hacia la raíz de los problemas estructurales es como se combate la marginalización, la explotación y las violencias, no desde la mirada racista, xenófoba y excluyente.

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Poder Migrante es una red de activistas y colectivos migrantes que buscamos crear conciencia y movilización contra el racismo estructural, los discursos y políticas xenófobas antiinmigración que nos criminalizan