Jalad, y puede que reventéis. Huid y viviréis. Un tiempo al menos. Y al morir en vuestro lecho, dentro de muchos años ¿no estaréis dispuestos a cambiar todos los días desde hoy hasta entonces, por una oportunidad, sólo una oportunidad de volver aquí a matar vuestras neuronas y a atrofiaros las arterias? Puede que se nos case un amigo, pero jamás nos quitarán... ¡¡¡el pacharáaaaaan!!!"
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