En los últimos días una idea retumba con más fuerza que nunca en mi mente, la semana pasada estaba viendo las noticias en mi casa y escuché una cosa que me dejó flasheado y es que en China se había incrementado el número de niñas que llegaban a los 10 años y no se tenía ninguna clase de registro sobre ellas. Este desconocimiento de su existencia por parte de las autoridades del gigante asiático provoca que estas niñas no tengan derecho a sanidad, no tengan derecho a la educación y lo peor de todo, que se pueda comerciar con ellas
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