El cachondo que se le ocurrió meter una niña poseída en un ascensor abrió una veda que muchos otros no tardaron en explotar: todo vale para llevarse un puñado de visitas en YouTube, y aquí está la prueba: con sólo una cámara oculta, una dosis mediana de creatividad, mal gusto, cero de sensibilidad y ganas de liarla podemos llevar a la práctica las bromas más pesadas y descabelladas; esas que una y otra vez se repetirán en las pesadillas de las víctimas y que, en algunos casos, solo podrán ser superadas con terapia.
|
etiquetas: camara oculta , bromas , terrorificas