Un magnolio de 10 metros fue plantado en el centro del campo de juego del Estadio Nacional de Santiago para recordar los hechos que sucedieron allí en 1973 a manos del dictador Pinochet. El árbol no surgió en ese punto histórico del fútbol chileno de forma espontánea, sino que fue parte de una acción de arte del diseñador chileno Sebastián Errázuriz, quien lo plantó con "la complicidad" de los encargados del Estadio, que es de propiedad fiscal. Cuando todo estuvo listo se disputó un partido. Un video al respecto
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