Los dos turistas, de 29 y 30 años, fomentaron sospechas tras pagar dos veces 70 euros en monedas de un euro por el alojamiento en un hotel del barrio de Bagnolet. Intuyendo un caso de falsificación de moneda, la gerencia del hotel llamó a la Policía, que reveló que los dos llevaban unas 3.700 monedas. Pero cuando se dio a conocer que las monedas eran auténticas, los chinos, ya puestos en libertad, contaron que las habían adquirido en China, en un cementerio de coches cuyos propietarios recogen y venden las decenas de monedas de euro ...
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