La Policía Nacional de Vilagarcía (Pontevedra) detuvo el pasado viernes a un matrimonio de rumanos acusado de formar parte de una banda itinerante de hurtos callejeros. El modus operandi era siempre el mismo. Seleccionaban a sus víctimas entre mujeres de avanzada edad y escasa movilidad a las que pedían una firma para una oenegé. Cuando se despedían, les daban besos y abrazos, momento que aprovechaban para quitarle las joyas que llevaban.
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