Detente un segundo e imagina la situación: Sales de un centro comercial donde espera tu mujer con tu bebé, con el carrito, con las bolsas de la compra. Sales a fumar un cigarrillo mientras ellas siguen por los pasillos. Alguien te aborda y cuando te quieres dar cuenta estás siendo subido a un automóvil sin poder avisarlas, sin que nadie les diga nada. Lo último que escuchas es: “algo habrá hecho”. Sí. Sucede en España. Pronto ellas volverán a casa, con la esperanza de encontrarte allí. Y no será así.
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