El pasado 11 de septiembre más de 100 antidisturbios desahuciaron a Amaya, una trabajadora de 31 años que no podía hacer frente al alquiler abusivo exigido por la inmobiliaria Laudea. Una semana antes, Amaya había pedido a la empresa de telemarketing dónde trabajaba – Konecta – un cambio de turno para poder asistir a su desahucio. Ella dejó claro que el cambio se producía por asuntos de índole judicial y que en caso de denegárselo le sería imposible acudir. La respuesta de su coordinadora fue “no creo que sea posible, aunque ya eres mayorcita"
|
etiquetas: despido , desahucio