Deponer a un presidente con una revuelta interna del partido no es nada fácil. Hay que pensar que los partidos piensan en sus opciones electorales a futuro. Si va a pasar alguna cosa en relación al caso de corrupción que salpica a la cúpula del PP, las reacciones vendrán de dentro. Da lo mismo lo que patalee la oposición pidiendo elecciones, que Rubalcaba ofrezca dos pactos dobles con queso sobre el tema o que nuestras cacerolas retumben día y noche.
|
etiquetas: deponiendo , presidente , pp , rajoy , bárcenas