IKEA ha despedido a una empleada que presentaba problemas de salud: En concreto, había permanecido de baja por dos hernias y que, hasta su despido, un "exhaustivo seguimiento" por parte de la empresa sobre cómo desarrollaba su labor y cuándo pedía la ayuda de sus compañeros. La afectada tenía por parte del servicio de prevención de la propia Ikea una calificación de "apta con limitaciones" para poder trabajar aunque no debía manipular cargas superiores a cinco kilos ni levantar pesos por encima de la altura de sus hombros.
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