«De las órdenes que dejó dadas Franco, casi todas ellas duraderas, la que parece más destinada a perdurar es una que transmitió cierta vez a Emilio Romero: "Haga como yo, no se meta en política". Se la suele considerar como una ironía galaica o como exhibición de cinismo, pero en realidad no es sino puro y declarado realismo [...] El dicterio que utilizan para derogar esa injerencia resulta cuando menos sorprendente: pretenden insultarla tachándola de "política". No hay nada peor que hacer política o moverse por razones políticas.»
|
etiquetas: franco , política , fernando savater , el país , amor , democracia