Pónganse en situación. Un país que sale de una guerra civil y una durísima posguerra. Analfabetismo generalizado. Hambre. Viejas heridas que quedan como odios eternos. Un dictador que antes de palmarla decide dejarlo todo bien atado para que su sucesor, el legítimo heredero de la corona (como en los cuentos) ocupe su lugar como luz y faro del pueblo. Un gobierno continuista con la política de la dictadura que dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Un rey que ve la que le puede caer encima y decide cambiar...
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