“Quien no conoce la historia, está condenado a repetirla”. No lo dijo un gran intelectual, lo dijo Napoleón Bonaparte. Un tipo que terminó el número 42 de 58 en su promoción, que recibió el apelativo de “miserable” por parte de Thomas Jefferson y que era un incauto total capaz de lanzarse contra el enemigo a pecho descubierto sin pensarselo. Pero un tipo también con mucha astucia y mucho ojo para engañar al enemigo. En definitiva, un hombre algo tosco pero campechano, y con muy mala uva cuando procedía. De intelectuales vamos a hablar ahora.
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